El lacado es una técnica de acabado que se utiliza para mejorar la apariencia y proteger la superficie de los objetos. Se trata de un proceso mediante el cual se aplica una capa de pintura a base de resinas sintéticas. Esta capa no solo tiene la función de proteger la superficie, sino que también puede modificar su aspecto, añadiendo brillo, color o textura.
En el proceso de lacado, una vez aplicada la pintura, es recomendable aplicar una capa de cera para lograr una protección máxima y un acabado perfecto. La cera es un agente de protección que además de ofrecer brillo, aporta una capa extra de protección contra el agua, las manchas y el desgaste diario. A continuación, veremos la importancia de aplicar cera en superficies lacadas.
Uno de los principales problemas de las superficies lacadas es la exposición a los rayos UV del sol. Este tipo de radiación puede causar la decoloración de la pintura y, en el peor de los casos, puede hacer que se descascare o se agriete. La cera es una excelente barrera contra los rayos UV, ya que refleja la luz del sol y protege la superficie de las radiaciones dañinas. Además, la cera añade una capa extra a la capa de laca, lo que protege aún más contra los rayos UV.
Otro de los problemas habituales de las superficies lacadas es la humedad. Si la pintura no se encuentra bien protegida, la humedad puede penetrar en ella y causar problemas como el desprendimiento de la capa de pintura o incluso la aparición de moho. La cera actúa como una barrera contra la humedad, ya que mantiene la superficie seca y protegida. De esta forma, se logra una mayor durabilidad de la pintura.
La cera también facilita la limpieza de la superficie lacada. Gracias a la capa de cera, es más fácil eliminar la suciedad, el polvo y las manchas de la superficie. Además, la cera protege la superficie de posibles marcas o rasguños, lo que hace que la limpieza sea menos agresiva y que la superficie se mantenga en buen estado durante más tiempo.
La cera también tiene la función de mejorar el brillo y el aspecto de la pintura lacada. La capa de cera añade un brillo extra a la superficie, lo que hace que la pintura se vea más brillante y reluciente. Además, la cera puede modificar levemente el aspecto de la pintura, dejándola más lisa y uniforme.
En definitiva, la aplicación de cera en superficies lacadas es esencial para lograr una protección máxima, mejorar el brillo y el aspecto de la superficie y facilitar la limpieza. La cera actúa como una barrera contra los rayos UV, la humedad y las manchas, lo que hace que la superficie se mantenga en buen estado durante más tiempo. Además, la cera es fácil de aplicar y se puede realizar en casa, siguiendo los sencillos pasos descritos anteriormente.