Cómo eliminar rayones en superficies lacadas
Si posees objetos lacados en tu hogar, coche o lugar de trabajo, sabrás que el brillo perfecto, la intensidad del color y la suavidad de la superficie, son algunos de los indudables beneficios que ofrece este tipo de revestimiento. Sin embargo, a pesar de su durabilidad y resistencia, en ocasiones, estos también pueden presentar rayones. A continuación, te brindamos algunos consejos para eliminar rayones en superficies lacadas.
Antes de comenzar
Antes de intervenir en la superficie afectada, es importante conocer qué tipo de lacado se encuentra presente. Existen dos tipos básicos: el barniz y el laca. El primero conocido también como lacado sintético se fabrica a partir de resina sintética que se aplica en estado líquido para dar paso, tras su proceso de secado y polimerización, a una capa dura y resistente al impacto, a la abrasión y a los rayos UV. La laca, por otro lado, es una sustancia natural/fundamentalmente compuesta por resinas, resinas, otras sustancias naturales y solventes que se aplican en varias capas para asegurar una superficie lisa y durable.
Ahora bien, una vez hayas determinado qué tipo de lacado posees, así como su grado de deterioro, ya puedes iniciar el trabajo para eliminar los rayones.
Eliminando rayones superficiales
En aquellos casos en los que la superficie presentara únicamente raspones leves o rayones superficiales, la solución podría ser mayormente sencilla al no requerir de herramientas sofisticadas ni técnicas complejas. Uno de los remedios más tradicionales es la utilización de vaselina, aceite de oliva o glicerina. Todos estos productos te permiten restaurar rayones de muy poca profundidad. Para su uso, suficiente con cubrir la zona afectada con una pequeña cantidad y frotar la superficie suavemente con un paño suave hasta que el rayón desaparezca.
Eliminando rayones más profundos
Si los rayones en la superficie son más profundos, será necesario realizar un trabajo más detallado y meticuloso, además del empleo de herramientas determinadas. En estos casos, uno de los mejores recursos son los líquidos de pulido o abrillantadores especiales para superficies lacadas. Para esto, es recomendable seguir los siguientes pasos:
1. Limpia la superficie - Asegúrate de limpiar la superficie con una solución orgánica suave para evitar daños mayores a la superficie. Puede hacerse mediante la utilización de alcohol isopropílico para quitar la grasa, restos y suciedad presente en la zona afectada.
2. Remueve la superficie rayada - Aplica una mínima cantidad del líquido de pulido sobre la parte de la superficie rayada. Con ayuda de una almohadilla de pulido eléctrica o de un paño especializado asegúrate de frotar dicha zona en círculos suaves, asegurándote de que no se sobre calienta una sola área por mucho tiempo. Prosigue hasta que la superficie rayada se haya eliminado por completo.
3. Limpia y elimina resíduos - Una vez hayas terminado el proceso anterior, es importante que limpies la zona afectada con agua tibia y un poco de jabón suave para deshacerte de cualquier resto que haya sido generado por el proceso de pulido.
Cómo prevenir futuros rayos en superficies lacadas
Aunque el rayado de superficies lacadas no siempre es evitable, siempre hay medidas de precaución que te permitirán reducir las posibilidades de que esto suceda. Algunas opciones son:
- Cubre el objeto - Utiliza un paño para cubrir el objeto lacado y evitar que entre en contacto con objetos u otras superficies que puedan rayarlo o maltratarlo.
- Evita objetos punzantes - Al manipular objetos en este tipo de superficies, es importante que tengas especial cuidado al utilizar herramientas o utensilios punzantes como cortauñas, tijeras, sacacorchos o utensilios de cocina.
- Mantenimiento regular - Es importante que realices un mantenimiento regularmente para que la superficie se mantenga en óptimas condiciones. Esto podría incluir la aplicación de la técnica de encerado, utilización de productos especializados para este tipo de superficies, así como vigilancia y eliminación inmediata de manchas.
Resumiendo, aunque el lacado es una excelente opción, siempre existe la posibilidad de que la superficie se raye. Ante ello, lo mejor es detectar la profundidad del rayado para comenzar con la solución adecuada. No olvides seguir estos consejos para prevenir futuros rayones. Si los rayones son demasiado grandes o no te sientes lo suficientemente seguro para arreglarlos, lo mejor sería acudir a profesionales en el área de lacado y pintura quienes podrán realizar una labor con éxito.